Desde hace unos años la sociedad está demandando una mayor protección del medio ambiente. Pese a que las leyes cada vez son más estrictas, ya no es suficiente sólo con cumplirlas. Las empresas tienen que demostrar que son capaces de gestionar el medio ambiente. ¿Y cómo se hace? Te lo cuento en este post.
El ser humano, con sus actividades agrícolas, lleva miles de años modificando su entorno natural. Sin embargo, a raíz de la revolución industrial, el impacto sobre el medio ambiente se disparó y sus consecuencias son cada vez peores. Hasta hace unos años, este tema no formaba parte de los problemas de una empresa. Los costes ambientales no se tenían en cuenta en el balance económico de las empresas. Por suerte, esto está cambiando.
A lo largo de los últimos años ha habido un cambio en la sociedad. Su conciencia ecológica es cada vez mayor y por ello demanda una mayor protección del medio ambiente. Pese a que las leyes cada vez son más estrictas, ya no es suficiente sólo con cumplirlas. Las empresas tienen que demostrar que el medio ambiente forma parte de su estrategia y de su ADN y que son capaces de gestionarlo.
¿A qué nos referimos con "gestionar el medio ambiente"?
La definición de medio ambiente es “todo aquello que rodea a los seres vivos”, tanto los elementos naturales como los artificiales, los cuales están interrelacionados y son modificados por la acción humana. Sin embargo, cuando hablamos de gestionar el medio ambiente en el mundo empresarial, nos referimos a la parte natural, de la cual se obtienen todos los recursos, y que es, o puede ser dañada, por medio de las actividades, productos y servicios de una organización.
Gestionar el medio ambiente de una empresa implica, lo primero de todo, identificar los elementos de las actividades, productos o servicios de una organización que pueden interactuar con el medio ambiente, es decir, identificar los aspectos medioambientales. A partir de ahí una empresa deberá planificar e implementar medidas y sistemas de control que prevengan y minimicen los efectos sobre el medio ambiente, crear objetivos de mejora y poner a disposición del propio sistema los recursos económicos y personales que sean necesarios.
De manera formal, los sistemas de gestión medioambiental son una herramienta de gestión utilizada por las organizaciones desde la década de 1990 para gestionar sus interacciones con el entorno de una forma planificada y sistemática. Este enfoque permite a las organizaciones hacer un uso razonable de los recursos a la vez que optimizar sus procesos productivos, asegurando la mejora continua en sus actuaciones medioambientales para alcanzar los compromisos ambientales previamente fijados.
De manera resumida, podemos decir que un sistema de gestión medioambiental va a permitir:
identificar y controlar los aspectos ambientales significativos de una organización y sus impactos
identificar riesgos, pero también oportunidades, como puede ser el reciclado de residuos
identificar los requisitos legales que debe cumplir la organización (para estar dentro de la legalidad vigente), así como otros requisitos que considere relevantes para ella
desarrollar una política ambiental, que esté acorde con los objetivos y metas globales de la empresa
establecer objetivos ambientales
crear procesos que controlen y evalúen la buena gestión
una mejora continua en el desempeño ambiental de la empresa
integrar la gestión de los aspectos ambientales en la gestión global de la empresa, simplificando y unificando procesos
¿Ayuda un sistema de gestión medioambiental a cumplir con los requisitos legales?
Cualquier sistema de gestión ambiental tiene tres objetivos principales:
mejorar el comportamiento ambiental de la empresa (desempeño ambiental),
lograr los objetivos ambientales que la empresa se haya fijado y
cumplir los requisitos legales de aplicación y otros que la organización suscriba.
La respuesta a nuestra pregunta por lo tanto es SÍ. Sin embargo, un sistema de gestión medioambiental no nos va a decir cuáles son los requisitos legales que debe cumplir una empresa. Lo que va a hacer es ayudarnos a crear los procesos necesarios para identificar cuáles son los requisitos que se deben cumplir según la actividad de la empresa, a conocer las fuentes que dictan esas normas, a mantener actualizada esta información, y sobre todo, a controlar y evaluar que los requisitos legales se cumplen.
¿Qué tipo de empresas deben implantar un SGA?
Es importante aclarar que, a fecha de hoy, implantar un sistema de gestión medioambiental no es obligatorio para ningún tipo de empresa. Sin embargo, cualquier tipo de empresa, independientemente de su tamaño, sector o localización, genera impactos sobre el medio ambiente en mayor o menor medida. Por lo tanto, es recomendable que cualquier empresa disponga de un sistema de gestión que le permita conocer, controlar y sobre todo mejorar, su desempeño ambiental.
La dificultad, el alcance y los recursos necesarios, variarán según el tipo y compromiso de la empresa. Cada empresa propondrá su propio nivel de comportamiento ambiental, acorde con su política, y el sistema de gestión va a ser la herramienta que le va a permitir alcanzar este nivel. Cada empresa decidirá cuáles son los aspectos ambientales significativos para ella, qué objetivos quiere cumplir, qué procesos va a implementar para conseguirlos y cómo lo va a comunicar.
Quizás ahora, te sigue quedando la pregunta: ¿Qué gana mi empresa implantando un sistema de gestión medioambiental? Analizar el impacto medioambiental de tu empresa y desarrollar un plan de mejora para reducirlo contribuirá activamente a la protección del entorno natural, pero además, obtendrás una serie de beneficios muy específicos, de los que te hablaré en el próximo post.
¿Quieres saber más sobre los sistemas de gestión medioambiental, cómo se puede implantar en tu empresa y cuáles son los beneficios que puedes obtener? Si eres una pequeña o mediana empresa y quieres mejorar tu compromiso medioambiental, pero no sabes muy bien cómo empezar, no dudes en contactar conmigo.
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