¿Sabes a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de medio ambiente? ¿Crees que tu empresa es demasiado pequeña para preocuparte de ello? ¿O que tus productos, procesos y localización no afectan al medio ambiente? En este post quiero hablarte de lo que es realmente el medio ambiente y de cómo todas las actividades que realizas en tu empresa dependen de él y le afectan.
Particularmente, creo que existen dos creencias completamente erróneas cuando hablamos de medio ambiente. La primera es que el medio ambiente es “lo verde”, imágenes bucólicas de un paisaje en la montaña, un riachuelo, un bosque e incluso unas vacas pastando en un prado. La segunda es, que el medio ambiente no tiene nada que ver con una pequeña o mediana empresa, en un polígono industrial a las afueras de una ciudad. Que tal vez haya que gestionar los residuos que se generan y poco más.
Por eso quizás hay todavía muchas empresas que no creen necesario implantar un sistema de gestión ambiental. Pero, nada más lejos de la realidad…
¿Qué es el medio ambiente?
La definición más simple de medio ambiente es “todo aquello que rodea a los seres vivos”. Este todo es un sistema formado tanto por elementos naturales como artificiales, los cuales están interrelacionados y son modificados por la acción humana. Es decir, tenemos un medio ambiente natural, conformado por elementos que nacen de manera natural como el agua, suelo o aire. Pero también una parte construida por el ser humano, como son los elementos sociales y culturales que existen en un lugar y un momento determinado.
Un ejemplo muy claro de cómo la parte natural y la artificial están interrelacionadas, y son modificadas por la actividad humana, es la contaminación de aguas y suelos, que puede provocar tanto alteraciones de fauna y flora de una región como el malestar o incluso desplazamiento de poblaciones humanas por la destrucción de su hábitat.
¿Cómo afecta la actividad de una empresa al medio ambiente?
Es algo bastante usual escuchar sobre accidentes y catástrofes naturales provocadas por algún vertido o actividad de empresas grandes. Y desde luego, son demoledoras para el medio ambiente, tanto natural como artificial. Pero lo que no tenemos tan presente, es que todas y cada una de nuestras actividades, por pequeñas que sean, también están generando un impacto.
Y hay algo más: todas las actividades del ser humano dependen del medio ambiente natural. En nuestra vida diaria, los alimentos que tomamos, el agua que bebemos o la ropa que vestimos, procede de materias primas que han salido de la tierra, con más o menos procesos de transformación. Y cuando se trata de la actividad de tu empresa, ocurre exactamente lo mismo, aunque no se perciba…
Veamos un ejemplo:
Supongamos que tu empresa se dedica a crear maquinaria para otros procesos industriales o agrícolas. Se encuentra situada en un polígono industrial, a las afueras de una ciudad o núcleo habitado, totalmente cementado y asfaltado y lejos de una zona natural protegida. No genera grandes cantidades de residuos ni vertidos, y además la mayoría no son peligrosos. No tiene una chimenea echando humo (al menos no muy grande). Lo más lógico hasta ahora ha sido pensar: "no daña el medio ambiente, no es algo de lo que deba preocuparme, más allá de cumplir con la ley."
Sin embargo, ¿qué es lo que está ocurriendo de verdad?
Los materiales que usas para crear tus piezas o maquinaria, provienen de la tierra y son finitos. Han sido extraídos, transportados y procesados en una planta industrial, consumiendo mucha energía, y seguramente, generando grandes emisiones de GEI.
Una vez que llegan a tu planta, allí mismo se estará consumiendo energía para seguir transformando los materiales de entrada. Esta energía proviene en su mayor parte de fuentes no renovables que se extraen del suelo.
Además necesitarás otros productos como pinturas, o de limpieza, químicos… Estos productos también hay que crearlos y transportarlos.
¿Y qué ocurre después con todos los residuos y vertidos que generas? Los almacenas correctamente y los recogen, pero en algún sitio y de alguna manera se tendrán que gestionar…
¿Todavía crees que la actividad del ejemplo puede vivir de espaldas a la naturaleza?
Gestionar el medio ambiente
La gestión del medio ambiente es un proceso que cualquier empresa debería integrar en su funcionamiento, independientemente de su sector, tamaño y localización. Por suerte, hoy en día, el mercado y la sociedad están cada vez más sensibilizados con la protección del entorno y existen herramientas que pueden ayudarte.
Los sistemas de gestión ambiental, tanto basados en ISO 14001 como en el Reglamento Europeo EMAS, van más allá de la ley y exigen a las organizaciones que quieran diferenciarse por su compromiso ambiental el conocimiento, actualización y cumplimiento de todos los requisitos aplicables a sus actividades. Además, lo hacen desde una perspectiva del ciclo de vida, teniendo en cuenta no sólo los procesos exclusivos de una empresa, sino todo lo que ocurre antes y después.
Cuando en el mundo empresarial hablamos de gestión medio ambiental, se habla efectivamente del medio ambiente natural, de la naturaleza (agua, suelos, aire…) y ecosistemas que son o pueden ser dañados por nuestras actividades. Pero recuerda, que este medio ambiente natural tiene la capacidad de influir en la vida de las personas, las que viven ahora y las que vengan en el futuro.
¿Quieres saber más sobre los sistemas de gestión medioambiental, cómo integrarlos en tu empresa y todos los beneficios que puedes obtener? Entonces sigue con atención los posts que seguiré publicando por aquí. Y si tienes cualquier duda o pregunta, estaré encantada de hablar contigo.
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